La Vitamina C es un potente antioxidante con un gran valor como activo para combatir el envejecimiento cutáneo. Por ello, es el aliado imprescindible para las pieles apagadas, dañadas por el sol, el estrés o la contaminación para ayudarlas a recuperar la luminosidad y tersura de la piel.
El tratamiento facial con vitamina C se aplica mediante electroporación, un sistema muy efectivo que asegura la penetración del concentrado de Vitamina C pura directamente sobre la piel, llegando hasta las capas más profundas.
Al tratarse de un sistema no invasivo, es completamente indoloro y genera un efecto relajante sobre la piel del rostro. La duración aproximada del tratamiento es de 60 minutos por sesión y se recomienda una aplicación de entre 1 y 4 sesiones, en función del resultado buscado.
El tratamiento con Vitamina C ofrece buenísimos resultados tanto en su aplicación como tratamiento habitual, así como en un tratamiento flash, es decir, como un cuidado extra ante un evento importante. Su aplicación, aunque está recomendada en cualquier época del año, está especialmente aconsejada en cambios de estación o tras el verano.
Tipo de pieles en las que está indicado el tratamiento facial con Vitamina C:
• Pieles con manchas o melasma.
• Pieles mates o con falta de vitalidad.
• Pieles deshidratadas.
• Pieles apagadas, amarillentas, cetrinas o verde aceituna.
• Pieles sin elasticidad.
• Pieles que presentan problemas de flacidez.
• Pieles que necesitan una dosis extra de cuidados y luminosidad para un día o cuidado especial, ya que los resultados son espectaculares con una sola sesión.
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